En la actualidad, es tentador creer que estar siempre presentes en redes sociales es suficiente para hacer crecer nuestro negocio. No obstante, crear una dependencia hacia estas plataformas puede ser un error estratégico significativo.
En este apartado te explico las razones del por qué no debes depender de las redes sociales y cómo una web propia puede transformar tu negocio.
Contenido
Ventajas de las Redes Sociales.
Alcance Amplio.
Las redes sociales te permiten llegar a una audiencia global de forma rápida y económica.
Interacción Directa.
Puedes interactuar con sus seguidores y personas de tu nicho en tiempo real,
creando una comunidad activa y leal a lo que haces. De este modo, creas una conexión genuina con ellos.
Promociones y Publicidad.
Las redes sociales ofrecen herramientas de publicidad que te pueden ayudar a llegar a tu público objetivo.
Fácil de usar.
Para nadie es un secreto que la mayoría de las plataformas en las que estamos inmersos(as) son intuitivas y
fáciles de manejar, incluso para aquellos con poca experiencia técnica.
Desventajas de las Redes Sociales.
Control Limitado.
Las plataformas de redes sociales no te pertenecen. Te puedes enfrentar a cambios en el algoritmo, políticas de
uso e incluso cierres repentinos que pueden afectar tu visibilidad y acceso a tu público.
Alcance Variable.
Los algoritmos que controlan lo que ven o no tus seguidores, son muy impredecibles. De un día a otro tu alcance
orgánico puede reducir significativamente.
Poca Personalización.
Personalizar tus redes sociales es algo limitado. Te ves y funcionas como muchos otros,
esto dificulta tu diferenciación.
Datos y Analíticas Limitadas.
Aunque las redes sociales ofrecen algunas métricas, no tienes acceso completo a todos los datos de tus seguidores,
lo que limita tus estrategias en marketing basadas en datos.
Tener redes sociales son muy importantes para tu negocio, pero debes recordar que tu negocio no se limita a tus redes sociales.
¿En qué me ayuda una web?
Dicho todo esto, una web propia te da el control completo sobre el contenido, diseño y funcionalidad, sin depender de los caprichos de terceros; asimismo puedes personalizarla para reflejar tu marca en su totalidad y ofrecer una experiencia única a quienes te leen.
Por otro lado, tienes acceso a los datos de tus visitantes, lo que te permite crear estrategias de marketing basadas en análisis detallado y con base a esta información, puedes seguir mejorando el SEO conociendo los intereses de tus visitantes y mejorar tu visibilidad atrayendo a más personas de manera orgánica, y esto no depende de las redes sociales.
Por último (y no menos importante), si tienes una tienda en línea, puedes vender directamente desde tu web sin depender de terceros, solo de ti. Aumentas enormemente tus beneficios.
De esta forma, contar con una web propia te independiza de las plataformas que no te pertenecen. Ya que a pesar de los cambios en las políticas de las redes sociales, siempre tendrás un canal de comunicación directo con tu audiencia. Puedes controlar tu presencia, expresar una experiencia coherente de tu marca y asegurar que tu contenido siempre esté al alcance de las manos que lo necesitan.
No olvides que una web tiene mucho poder en tu negocio como creador digital. Es una inversión que estabiliza tu crecimiento a largo plazo, ofreciéndote la libertad y la flexibilidad que las redes sociales por sí solas no te pueden ofrecer.
